martes, 5 de octubre de 2010


" Ahora lo sé. No te quiero por tu cara, ni por tus años, ni por tus palabras, ni por tus intenciones. Te quiero porque estas hecho de buena madera". Nadie me había dedicado jamas un juicio tan conmovedor, tan sencillo, tan vivificante. Quiero creer que es cierto, quiero creer que estoy hecho de buena madera. Quísas ese momento haya sido excepcional, pero de todos los modos me senti vivir. Esa opresión en el pecho significa vivir.

La tregua